lunes, 14 de marzo de 2011

Tara genética

Creo que en algún punto de mi configuración genética se produjo alguna alteración que me hace tener taras irreparables. Hay estudios científicos que afirman que el enamoramiento, ese de locura e incontrolable dura como máximo dos años. Yo sigo enamorada hasta las trancas mucho más que al principio, y no hablo sólo de haber dado el paso al amor en sí, a ese amor calmado coherente, ese amor que puedes racionalizar, contabilizar y expresar con palabras. No, yo te quiero con el alma, con todas las mariposas de mi estómago, con el tembleque de rodillas que me provocas cuando te acercas, con el movimiento frenético de pupilas que sufro al mirarte. Te quiero con locura de verdad, lejos de un amor cotidiano y mundano, lejos de lo que significa haberme "acostumbrado" a ti. Te quiero hasta el punto de querer salir a la calle y gritar, hasta el punto de que literalmente me ahogo cuando no estás y los momentos sin ti son sólo tiempo que pasa sin más. Algo va mal, supongo...
Otros estudios demuestran que el deseo de una mujer a un hombre, inconscientemente, se produce porque él representa un "buen progenitor" para la descendencia. A mi, sinceramente, el gen maternal me lo extirparon al nacer, supongo....
Supuestamente, la gente tiene vértigo según avanza la relación, este "verle las orejas al lobo" y se suele tener miedo al "compromiso". Pero yo no, yo quiero absolutamente todo contigo. Es más, jamás lo hubiera querido con cualquier otra persona.
Así que debe ser que tengo una tara genética.....sin embargo, pensándolo mucho, he llegado a la conclusión de que tú eres mi tara genética, porque esto ocurre por y para ti, tú eres distinto a todo el mundo, y lo que tenemos también lo es. Tú compartes ese amor de locura conmigo, somos nuestras respectivas excepciones.